Esta es la quinta gran batalla de Beleriand. En ella los Noldor se vuelven a aliar para combatir contra Morgoth. El Señor de Doriath, el Sindar Thingol, no acude con ellos pero tampoco evita que quien lo desee vaya a luchar, lo mismo sucede con Nargothrond, ahora al mando de Orodreth, hermano de Finrod, que sufrió durante la época de Beren y Lúthien por la codicia de los hijos de Fëanor. Los enanos también se alían con los Noldor, y junto con los hombres de las Tres casas y los hombres cetrinos que llegaron después a Beleriand (y que estaban aliados con los hijos de Fëanor), organizan una gran batalla contra Morgoth, que se llegaría a llamar Nirnaeth Arnoediad, la batalla de las Lágrimas Innumerables.
Morgoth por su parte contraataca con todas sus fuerzas (orcos, Glaurung el Dragón, Balrogs, y los hombres cetrinos que traicionan a los hijos de Fëanor). Al final la batalla queda perdida para los Noldor, y aunque hasta Turgon salió de Gondolin para combatir, son vencidos y éste tiene que retirarse. Fingon muere a manos de los Balrogs y su hermano Turgon queda como Rey Supremo de los Noldor en el exilio, escondido en Gondolin. Huor muere y Hurin defiende hasta el final la huida de Turgon, quedando al final preso por Morgoth, quien lo maldice a él y a los suyos. Los enanos se retiran de la batalla luego de que su rey muere a manos de Glaurung. Los hijos de Fëanor se retiran por la traición de los hombres cetrinos. Muchos elfos, Noldor y Sindar, son capturados y llevados a Angband. De esta forma, el resto de los reinos de los hijos de Fëanor quedan conquistados y estos tienen que vivir por los bosques sin poder establecerse.
Todo el reino que antiguamente pertenecía a Fingolfin y su hijo Fingon, así como a los hombres de la casa de Hador, es capturado y cedido por Morgoth a los hombres cetrinos como recompensa. Así mismo, las Falas son conquistadas, cayendo sus ciudades Brithombar y Eglarest, por las fuerzas de Morgoth, al no haber ya protección en esa región de Beleriand.